Me gusta el verano por muchas cosas:
Por el aroma a limpio del amanecer.
Por la luz ambarina de la tarde.
Por ese olor dulzón, a higos maduros, cuando llega la noche.
Por el sonido de los grillos.
Porque el tiempo se detiene ....
NOTA: La foto es de un heladero, en la isla Büyükada (Turquía), muy cerca de la calle donde se alojó Trostky en alguna etapa de su duro exilio.