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15 de marzo de 2010
Delibes y el Derecho Mercantil
Hablar de Miguel Delibes, a tres días de su fallecimiento, puede resultar reiterativo. Poca gente debe de quedar sin haber expresado su opinión sobre la vida y la obra de tan insigne narrador. No es mi intención, por tanto, aportar nada inédito, sino tan solo hablar de un episodio que me llamó la atención cuando supe de él: hace años leí que Delibes se había aproximado a la literatura a través de un manual de Derecho Mercantil del profesor Garrigues. Parece que le impactó la precisión de su lenguaje y el uso de los adjetivos. Esta noticia siempre me resultó curiosa, porque normalmente se llega la escritura creativa por caminos menos técnicos. Ahora bien, cada Saulo acomete su propio camino de Damasco y se cae del caballo como las circunstancias le permiten.
¿Quiere esto decir que, sin Garrigues, no hubiéramos tenido al Delibes prosista? Me inclino a pensar que habría escrito en cualquier caso y que las lecciones mercantilistas no fueron más que el detonante de su actitud, capacidad y talento expresivo. Por eso, la referida anécdota puede que no sea más que un hecho insignificante en su carrera, aunque a mí me parece que no es fácil que un escritor reconozca una influencia aparentemente extraña al mundo creativo. Por tanto, que él lo hiciera señala una honradez intelectual incuestionable, lo que lo engrandece y nos da pistas sobre su personalidad.
Por otro lado, me habría gustado saber qué le suscitó a don Joaquín conocer que, tal vez sin proponérselo, se encontraba entre las musas y que algún estudiante escudriñaba sus libros, no tan sólo para aprobar la asignatura, sino con la curiosidad de quien en ese momento se prenda de las palabras escritas. Por eso lo importante es ir sembrando y que luego la magia opere el resto.